En un tiempo muerto Iñigo anima al resto y les dice que este partido no lo podemos perder. Pero increíblemente, lo perdemos.
¿Por qué? Una floja defensa individual. Un poco acelerados en ataque, con posesiones muy rápidas. Pero sobre todo, un lamentable tercer cuarto, en el que nos endosan 15 puntos de diferencia, y en el que nos cosen a contraataques.
Y por si todo ello no fuera suficiente, un arbitraje que daba vía libre a los palos continuos de los defensores contrarios, y que tuvo como "desafortunada" consecuencia el que en uno de esos garrotazos provocaran una lesión en una mano de Iñigo. Indignante.
Una derrota inesperada, que ni tan siquiera el inmenso partido de Iker pudo evitar; un arbitraje inesperadamente malo, una defensa contraria previsiblemente dura, una dirección de partido poco lúcida... Muchas razones para una derrota en casa (la única de la temporada) que nos complica muy mucho aspirar a algo.
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